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jueves, 16 de septiembre de 2010

(parte II) YO, la sombra

Soy muy egoísta... Pero solamente quiero descansar unos instantes hasta que mi vida se cruce con un leon, un gato, un ratón, una hormiguita o un sencillo fanal... se cruce con lo que se cruce, me espera una calidad de vida que no tengo ahora; tan insignificante, tan absurda, tan superficial, tan rutinaria... Sí, rutinaria es la palabra perfecta. Un día en mi vida es básicamente:
Despertar sin ganas en la cama al lado de Clara, con este estado de mareo constante. Acompañarla al baño, donde deja dentro del obsesivo agujero una muestra amarillenta y acuosa de la evidencia que ha bebido al menos agua el día anterior; perseguir su pequeña mano hasta el botón que se lleva su vida. Acompañar simultáneamente su mirada dentro del remolino de agua. Todo seguido la ducha, a consciencia, quiere desligarse del olor que la acompaña siempre con agua caliente. Su cuerpo, frío, su corazón padece hipotermia: ¿que tienes en tu corazón? Le pregunto todas las mañanas,sin respuesta alguna. Es una masa de hielo cristalina que que de deshace y rompe a pedacitos cada día mas. Secar su cuerpo,es tarea fácil para una pequeña toalla; ella,la toalla quiere llevarse la humedad de su raquítico cuerpo pero los poros de su piel luchan para intentar absorber las gotas de agua: luchan para perder la batalla. Acto seguido, enmascara bajo capas y capas de maquillaje su triste cara con la finalidad de mostrar algo de vitalidad en su rostro. ¡ Pero mira que eres ingenua, si tu mirada refleja vivamente la muerte próxima! No se esfuerza,procura que le queden los cabellos despeinados para esconder así su cara bajo ellos. ¡Poco esconderás! le digo,pues casi no tiene cabellera, la bañera se lleva cada día miles de cabellos muertos... ¿No te das cuenta,Clara, que todos los agujeros se llevan parte de tu vida?
Lavarse los dientes, acción involuntaria que repite con frecuencia, obsesivamente. Puede que tenga miedo que se le caigan los dientes. Antes de salir del baño, un ultimo repaso frente el espejo: detenidamente observa como le ha quedado el maquillaje; procura que su cabello liso tenga alguna onda para expresar algo de energía; recoge la bola de pelo que quedó en la bañera...son muchos los que abandonan a Clara, y es curioso contemplar como se entrelazan los unos con los otros formando toda una trama difícil de desunir. Se podría hacer un símil con su mente, ahora tan compleja de entender,que ha arrastrado a un cuerpo y una alma inocente a destruirse. Revisa de nuevo el agujero negro,acción maniática que le ayuda a controlar su alrededor y vivir en una mentira continua con su realidad.
Una vez abandonado el baño,se dirige a su habitación, Por el largo pasadizo hay un gesto que diariamente repite: abre la puerta dela cocina y mira que todo esté en su lugar ( Sobre la mesa un vaso intacto al lado de un pote de Nescafé, una caja abierta de galletas,ya caducada, de esas "conserva la linea,una silueta perfecta...", al lado de la pica, dos platos, un vaso, una cazuela y unos cubiertos, ya secos que deberían volverse a lavar para quitarles el inerte polvo. La nevera, mucho mas desértica en su interior que no en el exterior repleto de papeles de dietas sostenidos por pequeños imanes; Por lo que respecta al resto de la cocina, es un lugar que reflecta claramente la aversión que siente Clara por este espacio de su piso: solitario, oscuro,descuidado, ordenado a la fuerza...
No entiendo cual es la finalidad de abrir la puerta y mirar su interior,querer controlar que todo sigue igual...pienso que tal vez desea abrir una mañana esa puerta y ver su interior totalmente diferente, con algún signo de vida que la teletransporte cuando era una alma feliz y le quedaban tantísimas cosas por ver,probar,sentir, por VIVIR.

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